INTERNACIONALISMO CON RAIZ NACIONAL

INTERNACIONALISMO CON RAIZ NACIONAL.

Alberto Híjar.

Son elocuentes los honores recibidos por Mario Renato Menéndez Rodríguez por los 18 años del diario POR ESTO!. La placa del Sindicato Único de Trabajadores del Volante proviene de quienes lo tratan como compañero porque saben que para el periodista ejemplar no hay días festivos ni otro compromiso distinto a las largas jornadas terminadas en las madrugadas cuado el periódico sale compaginado de la gran impresora con tecnología de punta que pronto tendrá sus pares en otros lugares de la Península de Yucatán. El otro honroso reconocimiento es la medalla Félix Elmuza de los periodistas cubanos organizados. Como el diploma martiano entregado por el revolucionario histórico Armando Hart hace unos meses, la medalla tuvo que ser traída desde Cuba en vista del arraigo obligado del director de POR ESTO! por un injusto proceso.
Los trabajadores de Yucatán lo reconocen, lo honran, tanto como los campesinos que le entregan cartas, pinturas, artesanías, canciones como las ofrecidas por las compañeras invidentes. Y a la par, los honores internacionalistas. Así tiene que ser en tiempos de infamia globalizada. Una tendencia apoya a la otra, no puede haber resistencia anticapitalista sin dimensión internacional apoyada en los trabajadores locales. Así tiene que ser frente al Imperio que coordina Estados contra los pueblos del mundo. La crisis financiera, climática y alimentaria es administrada en beneficio de los bancos, las bolsas de valores, los consorcios operando contra las naciones con el apoyo de gobernantes corruptos. De aquí que el discurso de Mario Menéndez en el muy concurrido desayuno del sábado 21 de marzo en el SUTV, empezara con el caso Roberto Hernández, el traficante del Banco Nacional de México (sic) que vende y compra libre de gravámenes con apoyo de financieras yanquis como City Group y todo el aparato económico-político del Estado mexicano. Nada tiene que declarar quien goza de influencias tales que en sus posesiones mal habidas han vacacionado Fox y Martha, Clinton y Hillary y recientemente Sarcozy y la Bruni para escándalo del pueblo francés. Litorales, cascos de hacienda adquiridos a precios irrisorios, derechos de tránsito y trasiego de mercancías ilícitas tal como ha documentado y fotografiado POR ESTO!, prueban el poder de quien compite con el Chapo Guzmán por un sitio entre los más adinerados del planeta según la Revista Forbes. Sin patria ni nacionalidad, los capitales de un gángster prófugo y de otro protegido por todos los poderes nacionales y trasnacionales, han ameritado el reconocimiento de la famosa revista exaltadora de la impunidad, el latrocinio, los crímenes de Estado contra los pueblos, la naturaleza devastada por las construcciones turísticas, los campesinos despojados y empobrecidos. Buen caso el del enemigo de POR ESTO! hasta la promoción de una demanda al fin ganada por Mario Menéndez en Estados Unidos donde brilló la dignidad reconocida por la Universidad de Columbia anfitriona de juristas, combatientes contra el narcotráficos, defensores de los derechos humanos, asombrados escuchas de la conferencia del periodista mexicano.
La broma por la mayoría de edad de POR ESTO!, es eso, porque acumula una ya larga marcha de trabajos de articulación entre luchas nacionales e internacionalistas. Como ningún otro, Mario Menéndez ha sido cronista fundamental de las luchas y movimientos populares de América desde la revista Sucesos, luego de la histórica POR QUE? ignorada por hemerotecas y bibliotecas oficiales por su final arrasamiento político-militar y prisión para su dirección. La revista POR ESTO! respondió a tiempo a la pegunta planteada en el nombre de la revista emblemática de 1968 y de las hazañas del Che y el guevarismo. Las crónicas históricas alcanzaron todos los continentes y por ejemplo, Mario Menéndez estuvo entre los primeros testigos de las masacres de Kampuchea. Como ningún otro, sus incursiones siempre fueron acordadas con organizaciones revolucionarias a diferencias de las corresponsalías de guerra pactadas con invasores y organismos cómplices de los crímenes de guerra. Nada de esto ha sido hecho en detrimento del apoyo a los movimientos populares en México y en América. De aquí el sujeto histórico popular y revolucionario al que Mario Menéndez ha contribuido a construir con medio siglo de lucha continua llena de trampas y obstáculos bien sorteados. Son justos los honores actuales, los de los trabajadores mexicanos y los de la resistencia anticapitalista continental.

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Etiquetas: censura, compromiso social, Periodismo, Periodismo comprometido

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