Repliegue Fascista
REPLIEGUE FASCISTA
Alberto Híjar.
El oportunismo también cuenta en el pleito por la hegemonía política. Resulta una dimensión coyuntural pero definitoria de las ideologías en pugna tal como exhiben las alianzas legalizadas y las inconfesables en tiempos electoreros. Pero hay dentro de las derechas, un oportunismo que lo mismo explica el retiro del apoyo yanqui a los dictadores Batista y Somoza, que el pleito entre el exdiriente del PAN Manuel Espino con su sucesor Germán Martínez y el actual presidente del PAN.
Sin que nadie le haga caso, Espino denuncia a Calderón como promotor en 2009 de su expulsión del PAN, a Gómez Mont porque lo sacó de un espacio radiofónico y a Germán Martínez porque instruyó a los diputados y senadores del PAN para ignorar una reunión de la Organización Demócrata Cristiana de América en Colombia de la que Espino es presidente. Denuncia además la recomendación de ignorar su libro Señal de alerta, de impedir su candidatura a cualquier puesto público y de negarle el uso del Castillo de Chapultepec para la presentación de su libro pese a cubrir la cuota de setenta y cinco mil pesos que pagó sepa dios a quién.
Leamos entre líneas. Espino es bravucón y pendenciero y tuvo éxito mientras el romance entre los gobiernos de Colombia y México culminó con la aprobación tácita del gobierno de Calderón a la invasión contra Ecuador al atacar el campamento en Sucumbíos de las FARC donde fueron masacrados cuatro estudiantes mexicanos y sobrevivió la valiosa testigo Lucía Andrea Morett desprotegida por el gobierno de México hasta obligar a su ocultamiento ante las fichas rojas de Interpol promovidas por los gobiernos de Colombia y Ecuador. “Más México en Colombia y más Colombia en México” proclamaron juntos Calderón y Uribe en la Feria del Libro de Bogotá en 2009, rodeados por funcionarios y escritores sin dignidad como Sergio Pitol, Enrique Krauze y el infaltable Aguilar Camín. La ODCA trabajaba desde antes por la construcción del poder de la ultraderecha y promovió con el patrocinio sobre todo del Cardenal de Guadalajara Sandoval Iñiguez muy influyente en el gobierno de Jalisco, la acusación ante la Procuraduría General de la República contra las víctimas de Sucumbíos y contra quienes convocamos al Encuentro Bolivariano en Quito en febrero de 2008. Dos membretes, Consejo Ciudadano de Seguridad Publica y Justicia Penal y Mejor Sociedad Mejor Gobierno acumularon notas de prensa derechista y datos de participaciones políticas legales y abiertas, para exigir el encausamiento de los indiciados como terroristas y apólogos del delito. La acusación alcanza el ridículo de incluir entre los indiciados al exdirigente priísta Gustavo Carvajal con sus 180 kilos por haber representado a su partido en la reunión con las FARC organizada por la gobernadora de Tlaxcala Beatriz Paredes cuando la organización colombiana tenía representación legal en México.
Pero ahora esto ha cambiado ante el declive de Uribe y el uribismo que perdió el derecho a reelegirse por tercera ocasión y ha sido denunciado en Estados Unidos como promotor del paramilitarismo y el lavado de dinero del narcotráfico. Salvatore Mancuso, jefe paramilitar extraditado a Estados Unidos, ha denunciado “las alianzas macabras” del uribismo con la participación destacada del vicepresidente Francisco Santos y el exministro de defensa y ahora candidato presidencial Juan Manuel Santos quien creyó que ostentándose como organizador de la masacre de Sucumbíos apoyada desde la base yanqui de Manta, llegaría al poder para toparse con el repudio de los electores colombianos. Mejor tomar distancia de todo esto, han decidido los panistas para no echar mas leña al fuego de las protestas nacionales e internacionales por la militarización, el desgobierno, los asesinatos y los presos de Atenco, la destrucción del SME, la represión de los mineros y una lista constantemente actualizada por las organizaciones civiles en defensa de los derechos humanos, la ONU, Amnistía Internacional y la Unión Europea. Basta con el fascismo interno y las alianzas secretas impedidas por un provocador como Espino.
Cuenta en todo esto el desprestigio de la Santa Madre Iglesia que mantiene en silencio a los Velasco Arzac, José Antonio Ortega y demás abogados sicarios al servicio de las peores causas. Total, basta con ignorar el caso Morett, los asesinatos de Soren, Verónica, Juan y Fernando en Sucumbíos acumulados a las decenas de procesos plagados de irregularidades como los de Atenco y el SME que habrá que ir sorteando con un procurador general como Chávez Chávez encumbrado gracias a sus omisiones e impericias deliberadas en Ciudad Juárez la ciudad mártir. La coyuntura da lugar al oportunismo empeñado en un imposible: lavar las manos sucias del PAN.
Etiquetas: Colombia, FARC, Fascistas, Felipe Calderón, Manuel Espino, México
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