DON SAMUEL

DON SAMUEL

Alberto Híjar

Enemigo principal de la Teología de la Liberación, Juan Pablo II esta a punto de ser beatificado como inicio de su canonización. Karol Wojtila, el papa polaco, fue enemigo de la democratización socialista de Polonia hasta lograr que Lech Walesa negociara para convertirse en adalid del anticomunismo y gran propagandista del libre mercado de los consorcios transnacionales como garantía ilusoria de la democracia. Fox lo trajo con el PAN a celebrar las glorias de la ultra derecha salvaje. El TEC de Monterrey lo escucha y toma nota. La beatificación de Juan Pablo II concreta el lugar de la jerarquía católica en la crisis definitoria de los estados-nación. Pese al desprestigio resultante del escándalo de los pederastas y los menos difundidos desfalcos financieros en el Vaticano, la Iglesia Católica se la juega por la ultra derecha y defiende las peores causas. Su pésame por la muerte de Don Samuel Ruiz es un acto tan protocolario e hipócrita como el de la Presidencia.
Pero Don Samuel no necesita de protocolos para brillar. Forma parte principal de una legión de obispos que se tomaron en serio la opción por los pobres de los congresos de Medellín y Puebla donde el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) planteo “el futuro de nuestra patria” como clave de evangelización para los ochenta y lo que siguiera. Buscaron y encontraron “pistas opcionales eficaces en nuestra acción evangelizadora en el puente y en el futuro de América Latina” con la certeza de “comprobar que Episcopados Nacionales y numerosos sectores de laicos, religiosos, religiosas y sacerdotes han hecho mas hondo y realista su compromiso con los pobres. Este testimonio incipiente pero real, condujo a la iglesia latinoamericana a la denuncia de las graves injusticias derivadas de mecanismos opresores”. De aquí el encuentro de entonces con las revoluciones populares armadas en Centroamérica y Sudamérica urgidas de una retaguardia social que resolviera la reproducción, la construcción del sujeto histórico popular necesario para la liberación. La misa concelebrada en la iglesia del Centro Cultural Universitario a un costado de la Ciudad Universitaria, dio constancia de esto encabezada por Raúl Vera quien fuera designado como coadjutor de Don Samuel. La marcha sacerdotal fue acompañada por “métale a la marcha, métale al tambor, métale que traigo un pueblo en mi voz”. La misa corrió al ritmo de las misas populares de Carlos Mejía Godoy de Nicaragua y de Yolocamba Itá de El Salvador. Darse la paz adquirió un sentido conmovedor por histórico y social. Lo común fue descubierto por creyentes y no creyentes pese a las presencias infames como la de Luis H. Álvarez.
Don Samuel Ruiz no fue perita en dulce. Oponía la catequesis a la prédica guerrillera pero en la relación propiciada con las comunidades indígenas, hizo crecer el profundo respeto por los usos y costumbres bienhechores irreductibles a los fundamentalismos. Los catequistas de Chiapas resultaron interlocutores principales del trabajo comunitario y en especial influyeron a las Fuerzas de Liberación Nacional que superaron la captación uno a uno con seguridad extrema en el clandestinaje, para dar lugar a un crecimiento acelerado en los ochenta que culminó en la fundación del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. La historiadora Adela Cedillo en su reciente tesis de maestría, testimonia y explica este proceso originario de las maravillas de los Caracoles, las Juntas de Buen Gobierno y los Municipios Autónomos Revolucionarios Zapatistas. Don Samuel sorteó la persecución desatada por la jerarquía católica y por el Estado y siguió con su pastoral discreta, constante, pacifista, comunal y justiciera. De aquí su ejemplo, sus relevos activos en los proyectos sociales de Chiapas y otros lugares con disciplina estricta y rigor reflexivo. Todo esto seguirá.

25 enero 2011

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