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ZACA-COPENH-ZONG

julio 8, 2010

ZACACUAUTLA- COPENHAGUE-ZONGOLICA

Alberto Híjar.

La reunión de 192 gobiernos del mundo convocada por la ONU en Copenhague atiende a los grandes consorcios en defensa de su derecho a contaminar. Obama El Débil tendrá que enfrentar el repudio de los empresarios al reconocimiento hecho por su encargada de los efectos malignos del bióxido de carbono y otras porquerías incorporadas al aire ambiental por los escapes, chimeneas y desagües de quienes envenenan tierra, aire y agua cotidianamente. Lo han hecho y lo seguirán haciendo pero son respetuosos de las leyes y normas y no toleran ser descalificados por la obviedad de sus procesos productivos malignos. Han fijado cuotas de contaminación y culpan a China de la devastación planetaria.
No hay comunicación entre Copenhague y Zacacuautla ni hay manera de construirla mientras la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente esté en manos de uno de los gobernadores más corruptos que hayan existido y vaya que está dura la competencia. Patricio Patrón Laviada devastó Yucatán, contribuyó a la destrucción de playas y manglares de Quintana Roo y propició toda clase de construcciones y negocios sucios. Ahora forma parte de los responsables de la destrucción de la tierra, el aire y las fuentes de agua en beneficio de los grandes consorcios y sus socios locales. Ni siquiera sabe de la tala criminal del bosque de Zacacuautla en la frontera serrana de Hidalgo y Puebla gracias a la protección oficial de los falsos propietarios Canales por todas las autoridades: las ambientales, el gobierno del Estado de Hidalgo, el municipio de Acaxochitlán. Valido de la banda criminal de Los Negros, el cacique Pedro Canales ha destruido además, las marcas de los estudiantes y profesores de arquitectura de la UNAM organizadores de un proyecto productivo en el terreno de la comunidad. No saben en Copenhague de los trece procesos contra los Delegados electos en asamblea y sin sueldo, para mantenerlos amenazados e impedir su informe al pueblo en la asamblea del 25 de diciembre al salir de misa para reunirse en el auditorio junto a la sede delegacional a la que con mil esfuerzos se ha agregado un piso para albergar el centro de computo prometido por SEDESOL. Una cadena de mandos corruptos descubre asombrada la respuesta del pueblo organizado y encabezado por autoridades honoríficas y valientes. Esa cadena de mandos reproduce a la de los grandes empresarios apoyados por el gobierno planetario concretado por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los bloques productivos como la Unión Europea y la Cuenca del Pacífico. A la cola de Estados Unidos, el gobierno de México simulará indignación y propondrá compromisos a sabiendas de que hay cientos de Zacacuautlas en proceso de destrucción de bosques y manantiales con sus defensores encarcelados, muertos y amenazados.
Un breve reporte televisual informó de la tala criminal de la Sierra de Zongolica en Veracruz. El valiente defensor del bosque informa de la presencia constante de matones para impedir que el pueblo se organice en defensa del ambiente. Hay asesinatos, como el del niño triqui victimado en San Juan Copala por el fuego de las organizaciones que atacaron por sorpresa el lugar del municipio autónomo que la prensa mentirosa de Oaxaca declara inexistente. Tampoco hay comunicación entre Copenhague y San Juan Copala donde la riqueza minera invita a las empresas yanquis y canadienses a la explotación en el sentido peyorativo.
La situación agónica del planeta no se resuelve con encuentros de altos funcionarios de Estado comprometidos con los destructores concientes del ambiente. Todos los presentes en Copenhague saben que sus declaraciones y compromisos serán tan incumplidos como el Protocolo de Tokio de hace cinco años. A Zacacuautla, Zongolica y San Juan Copala, a Venustiano Carranza en Chiapas donde mil hectáreas han sido concesionadas a mineras canadienses, a Montes Azules de Chiapas donde la explotación turística trasnacional expulsa campesinos y beneficia caciques, al Cerro de San Pedro donde la Minera San Xavier canadiense ha destruido el monte, la tierra y el pueblo pese a ser declarada ilegal, a las playas privatizadas de Quintana Roo rellenadas con miles de toneladas de arena de Cozumel e Isla Mujeres en perjuicio de los bancos de coral, los manglares y las especies arrasadas, a Baja California devastada por los saqueadores de sal y arena y por los miles de conjuntos residenciales, no llegan las fiestas de Copenhague. La organización de Cancún que trató de impedir el saqueo de la arena para recibir como respuesta la exigencia de una fianza millonaria, sufre tanto la farsa de los falsos ambientalistas gubernamentales para integrarse a los defensores de bosques, selvas, fuentes acuáticas, volcanes apagados y activos, manantiales, desiertos y estepas irremediablemente sentenciados a muerte por quienes han reducido al mundo a un gran bazar donde sólo cuenta la relación costo-beneficio. El beneficio de unos cuantos poderosos, la desgracia para muchos, para todos los habitantes del planeta porque a pesar de todo, entre Copenhague, Zacacuautla y Zongolica si hay relación.

Tortura e Impunidad

julio 8, 2010

TORTURA E IMPUNIDAD.

Alberto Híjar.

El Colectivo contra la Tortura y la Impunidad se ha distinguido por su rigor y constancia lo largo de sus primeros 5 años de su existencia. Condiciona su solidaridad con las denuncias enfurecidas sin más sustento que la digna rabia para precisar, en cambio, con pruebas contundentes los crímenes de Estado. Para esto, sus integrantes continúan sus esforzados estudios en salud pública, psicología y cuestiones indígenas, a fin de mantenerse actualizados y a la altura de las estructuras de seguridad fascistoides.
Ahora han presentado el libro de 133 páginas Tortura, pensamiento y acción del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad 2004-2009. Para contribuir al conocimiento transformador de la lucha contra el Estado represor. Transformador en el sentido de superar la pura crónica dramática. Quizá por esto haya que empezar por el final con el texto de Cristina Bottinelli, fallecida en México en 2009 luego de seguir las secuelas de la tortura argentina. Psicóloga, docente, clínica e investigadora, fundó la Red de Estudios Psicosociales Interactivos. CCTI le dedica el libro y ofrece en él la Ampliación Declaratoria presentada a la efímera Secretaría de Derechos Humanos en abril de 1992 donde narra lo sufrido en 1975-76 y sus consecuencias. Descubre la dialéctica irreductible a la anécdota para en cambio establecer el lugar de los crímenes mediante reflexiones sintéticas que dan lugar a caracterizaciones contundentes. El lugar del secuestro-tortura fue La Escuelita en Neuquén, quinto cuerpo del ejército, subzona 52, según identificación posterior a los hechos.
Huellas borradas podría llamarse el testimonio de Cristina porque nada consta en actas. “Yo soy mi prueba” afirma luego de enumerar los efectos secundarios: “tres lesiones cerebrales ocasionadas por la picana derivaron en enfermedades irreversibles y cambiaron substancialmente mi vida” para luego ser atendidas por ella misma ante los temores de ser denunciada por el recuerdo del médico que recomendaba “cuidado…paro cardiaco…bajen el voltaje…paren…continúen”. Cita a Víctor Frankl, el psicólogo sobreviviente de un campo de concentración: “quien no pierde la cabeza aquí es que no tiene cabeza que perder”. Ella optó por perder la cabeza para nada informar en medio de recuerdos intrusitos (inesperados), alertas ante señales imprevistas, indefensión y vulnerabilidad constantes. El terror pues.
“La ausencia de pruebas es justamente la prueba” concluye a medio testimonio. Ahí está no sólo la desastrosa situación de sobreviviente sino los efectos familiares y sociales. La certeza de que van en serio las amenazas no sólo a su persona sino a los familiares, acumuladas al frío congelante, a los gritos y susurros, a la tenaz reducción a nada de su personalidad hasta desear la muerte y no tenerla, hasta llegar al juego del bueno y el malo para captarla como informante. Lo poco bueno después se convirtió en terror culposo apenas interrumpido cuando “parimos juntos mi hijo y yo el derecho a existir”.
Y de esto, el peligro de la introspección individualista hasta el aislamiento cuando la evidencia inmediata prueba a cada momento la dimensión social terrible, así sea por los alaridos del de junto. Ni reparación del daño, ni indemnización injusta, resuelven la necesidad de ir más allá de la compasión y la autocompasión ante los recuerdos de haber sido obligada al canibalismo, a reglar sin intimidad pero suspendiendo el sangrado como resistencia instintiva, a llevarse a la boca quizá un pene, a recibir disparos sin balas, a ser citada para luego que saliera como satisfacción del erotismo de los torturadores. La fueron a aventar en libertad en medio del desierto. Concluye Cristina con la exigencia de que no sólo se establezcan como delitos de lesa humanidad la detención clandestina y la desaparición forzada (Asamblea General de la ONU, 1992) sino también la tortura. Para eso existe el Protocolo de Estambul sin reconocimiento por el Estado mexicano. El experto del CCTI que lo aplicó a un torturado para presentar el dictamen como prueba, fue demandado por la PGR por usurpación de funciones.
El libro reflexiona y testimonia Atenco, ese enorme crimen impune que mantiene a doce encarcelados y a un poderoso y gastalón gobernador como precandidato presidencial, mientras el responsable de entonces Genaro García Luna medra al frente de la ¿Seguridad Nacional? de ¿México? Carlos Fazio mencionó en la presentación en la Comisión de Derechos Humanos del D.F. la consolidación de la tortura sexual contra las mujeres y algunos hombres en Atenco como prueba de la calidad de la asesoría francesa transmisora de las experiencias del ejército colonial contra el pueblo de Argel. En fin, de los voceros de la criminalización de las luchas sociales se ocupan Enrique y Santiago Victoria, Jacobo Silva plantea definiciones desde su experiencia de diez años en penales de máxima seguridad donde ocurren crímenes no tan notorios como el asesinato a balazos del famoso Ceja güera que acarreó la supresión de todo derecho de los presos. Se reseñan los testimonios femeninos vertidos en el Festival de la Digna Rabia por mujeres victimadas en Atenco, Cristina Híjar entrevista a las y los del CCTI y Ricardo Loewe escribe de lo que sabe como el que más: la historia de la tortura y el Protocolo de Estambul en México. Gran libro para quien quiera avanzar más allá de la pura solicitud de compasión y consuelo.
La presentación del importante libro el jueves 21 ocurre cuando Amnistía Internacional y Human Rights Watch denuncian las tropelías del ejército mexicano y las policías impunes como lucha contra el crimen organizado al que oponen el suyo propio. Cuando la Comisión para exigir la presentación con vida de los dos militantes del EPR desaparecidos vuelve a trabajar y denuncia los extravíos del expediente en la Secretaría de la Defensa Nacional, cuando decenas de periodistas han sido ejecutados y otros intimidados y obligados a callar. Activistas de Ciudad Juárez denuncian el operativo militar de hostigamiento frente a la casa de Carlos Yeffim Fong Ronquillo conocido como el Gero, denunciante de las tropelías del ejército, las policías y los paramilitares. La lucha sigue y sólo tendrá fin cuando otra justicia resuelva el irremediable desastre humanitario de éste Estado brutal que mantiene al ejército y la marina en las calles y los caminos rurales para cumplir con la Iniciativa Mérida en beneficio de la mal llamada y malnacida seguridad nacional a la que sirve, entre otros, el excomandante salvadoreño Joaquín Villalobos ahora escoltado por Aguilar Camín y otros sicarios intelectuales semejantes al servicio de Álvaro Uribe, Felipe Calderón y sus respectivos planes Colombia y México de contrainsurgencia y guerra puerca. Treinta, cuarenta años han corrido desde los crímenes argentinos hasta ahora cobrados a Jorge Videla hoy reclamado por la justicia alemana, mientras el presidente salvadoreño convoca a la concordia imposible en un aniversario más de los Acuerdos de Chapultepec cuando Villalobos todavía del ERP entregó su fusil a Salinas de Gortari ante los reflectores y el ahora vicepresidente salvadoreño Sánchez Cerén, a nombre de las FPL, celebraba satisfecho sus buenos oficios traicioneros. Lo dicho: la lucha sigue.

MUJERES en LUCHA

abril 6, 2010

MUJERES EN LUCHA.

Alberto Híjar.

Son algunos ochos de marzo los que dan sentido al Día Internacional de la Mujer. El más remoto es de 1857 cuando unas obreras textiles pararon y marcharon en New York por sus derechos ignorados. En 1871 las mujeres combatieron a la par de los comuneros de París y sufrieron igual la brutal represión que condujo a las sobrevivientes hasta Nueva Caledonia. Ahí Louise Michel y las proclamas obreristas de Flora Tristán. En 1908, también en New York donde parece que no pasa nada, las 20 mil obreras de la fábrica Triangle Shirtwaist fueron encerradas como castigo a su protesta y el patrón ordenó incendiarlas para cobrar 129 víctimas. En la II Conferencia Internacional de mujeres socialistas en Copenhague 1910, Clara Zetkin y Nadezhda Krúpskaya, la compañera de Lenin propusieron asumir el Woman´s Day de las sufragistas estadounidenses. Las socialistas alemanas hicieron del 8 de marzo de 1914 Día Internacional de la Mujer como llamado a luchar por sus plenos derechos y a oponerse a la guerra imperialista. El 8 de marzo de 1917 las mujeres rusas organizadas se insurreccionaron y contribuyeron a la caída del gobierno de Kerensky. Hasta 1975 la siempre lenta ONU proclamó el Día Internacional de la Mujer cuando éste había crecido por el mundo entero salvo en los países islámicos.
“Somos las esclavas de los esclavos, nos explotan más despiadadamente que a los hombres”, dice Lucy González de Parsons en 1905 en su duelo por el compañero ejecutado por el Estado yanqui a raíz de los sucesos del 1º de mayo de 1886. El trabajo casero no remunerado, la preferencia patronal por la contratación de analfabetas sin derechos, la servidumbre asumida frente a los gerentes pero también ante los esposos y hasta los comandantes revolucionarios, integran la lista de agravios históricos desde entonces y pese al feminismo reduccionista de todo esto a los problemas de la reproducción y el placer sexual, de cincuenta años para acá ha crecido la dignidad histórica y social de las mujeres y con ella la de la humanidad entera. Queda en pie la frase célebre de la minera boliviana Domitila de Chúngaro al decir “si me permiten hablar” en el Congreso del Año Internacional de la Mujer organizado por la ONU en México en 1975. O sea, quiero narrar mi lucha yo también a ustedes que hablan de la perspectiva de género, del condón y del aborto y no de trabajadoras, patrones, explotación y Estado.
Una vez expropiado el verbo empoderar por Martha Sahagún desde la presidencia de la República, decidió seguir la orientación papal y episcopal de celebrar el Día de la Familia el primer domingo de marzo para contrarrestar al Día Internacional de la Mujer, con el mismo sentido de la celebración del día de San José para sustituir al Día de los Trabajadores en huelga general. Años después, el secretario del trabajo que no de los trabajadores apodado Monseñor Abascal, argumento la urgencia de regresar a las mujeres al interior del hogar para recuperarles su lugar moral. La terca realidad ha replicado furiosa al mostrar el proyecto de reformas laborales conocido como Ley Abascal ahora asumido por el gobierno de Calderón y el PAN, como una escalada contra las familias de los y las trabajadoras al anular sus derechos históricos de contratación colectiva, de asociación sindical, de salud y educación pública, vivienda digna, salario justo. De aquí la combatividad asombrosa de los contingentes de mujeres de los más de 40 mil electricistas despedidos ilegalmente. Dos consignas con referentes familiares gritaron gozosas: ¡señor Calderón ¿por qué no usó condón?, ¡señora Hinojosa ¿porqué parió esa cosa?
El doble turno agregado a los deberes caseros nada naturales, la sobreexplotación y la fatiga, las enfermedades mal atendidas, la amenaza cumplida del desempleo y la contratación temporal con hambrunas intermediadas, son algunos de los daños atentatorios contra las familias de los trabajadores. Mientras, en las alturas también hay terribles afectaciones como la sobreprotección a los negocios chuecos de los dos hijos Bribiesca de Martha Sahagún impunes hasta ahora pese a las comisiones especiales parlamentarias que descubrieron parte de la cloaca donde chapotean Fox, Martha, los hijos y los cómplices de Estado. La dulce Pink con su melodiosa voz pregunta a Bush, dear mister president, cómo puede dormir ante los miles de masacrados en sus guerras a muerte, los homeless botados en las calles, los miles de féretros cubiertos por barras y estrellas, los niños mutilados, la cocaína al alcance de cualquiera, los bombardeos contra poblaciones civiles. Igual habría que cantarle a Calderón administrando a toda costa los negocios trasnacionales enorgullecido por los crímenes de militares y policías y contradiciendo minuto a minuto su lema de presidente del empleo. La creciente legión de desempleados atenta y destruye a las familias más pobres y obliga a la clase media en extinción a la doble jornada, a endeudamientos impagables y sacrificios cotidianos de modo que las idioteces televisuales sobre la convivencia familiar insultan a quienes pueden verse a deshoras en los transportes públicos con los niños cayendo de sueño, intentado hacer la tarea entre frenón y frenón y ayudando a mamá a no dormirse para salir corriendo a tomar el último transbordo.
“Se va la vida se va al ahujero como la mugre en el lavadero” canta León Chávez Teixeiro a quienes despiertan a oscuras, toman un vestido, corren a la cocina y no paran todo el día en trabajos heroicos de aprovechamiento de cada peso del escaso sueldo del marido que llega molido a casa cuando los niños mal alimentados ya duermen. Bien dice Brecht que habría que hacer monumentos a los héroes desconocidos que son estos. Nada de esto es natural sino que los patrones despiadados lo han impuesto con los gobiernos cómplices. De aquí el sentido profundo de las mujeres en lucha.