INSURRECCIÓN

INSURRECCIÓN

Alberto Híjar.

El bello cuento del cura que toca la campana, acude el pueblo, se arma con palos y machetes y vitorea la independencia, causa estragos en 2010. Asociado a la numerología, el cuento se vuelve esperanza. Aún los políticamente correctos escriben y hablan del estallido social y lo exorcizan con propuestas de reformas de Estado pero hay quien, entre los privilegiados, estima que ahora vivimos en rebelión generalizada ante un gobierno que ha implantado un régimen represivo como nunca antes se había visto. Un comentarista de televisión asegura que para regresar el ejército y la marina a sus cuarteles, había que empezar a contar unas tres generaciones, no menos de treinta años. En las asambleas de organización popular, el tema de la insurrección es recurrente y del lado enemigo, el gobierno de Chiapas, en especial paga inserciones diarias con fotos en el periódico que ha dejado de publicar noticias zapatistas para sustituirlas por registros tan grotescos como el del gobernador disfrazado de chamula para convencer de su buena voluntad liquidadora del levantamiento armado que todos esperábamos el 1 de enero, como aquel de 1994 que conmovió al mundo y exhibió la injusticia del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos. Al fin se concretaba el repudio anticapitalista.
Roque Dalton, el agudo y sarcástico guerrillero salvadoreño asesinado por sus comandantes hoy en el poder, narra una insurrección fallida cuando el resultado de un concurso para nombrar a una chimpancé desposada en el zoológico, es respondido por muchísimos entusiastas. El premio de una bicicleta lo gana quien propuso el nombre de Reynalda por una pegajosa tonada sobre una minifalda lucida por quien llevaba ese nombre. La premiación resultó tan tumultuosa que acabó en motín irrefrenable con la bicicleta despedazada. El Partido Comunista decide aprovechar la coyuntura para cumplir su papel de vanguardia revolucionaria y ponerse al frente de la insurrección. Fuera de los golpeados y magullados no pasó nada más que la certeza de la insensatez política de las huestes de Shaffik Handal. Otra cosa fue en 1932 cuando las fuerzas de Agustín Farabundo Martí desplegaron una movilización nacional contra la dictadura de Hernández Martínez quien ordenó fusilamientos y ejecuciones sumarias de comunistas en el entendido de que cualquier sospechoso era culpable. Treinta mil masacrados resultaron y entre ellos sobrevivió Miguel Mármol apilado con unos cadáveres de donde pudo ser rescatado. Pese a la dimensión represiva y a la incipiente organización popular, la insurrección no prosperó y terminó en masacre. Un reportaje intentado por Roque en Praga, terminó en una larguísima entrevista de una semana con el vetusto sobreviviente. También en El Salvador, los libros de historia dicen que el cura terrateniente Matías Delgado toco campana y proclamó la independencia.
Al Che le endilgan la propuesta del foco guerrillero auspiciada por Regis Debray para exculpar al Partido Comunista Boliviano y a su secretario general Mario Monge de la traición de quitarle todo apoyo a la columna guerrillera. La omisión crítica ha propiciado foquismos terminados en masacres.
Insurrección contra proyecto totalizador claro de largo plazo es el dilema. Es más fácil y divertido jugarle al anarquista tosco y propiciar la acción directa con la esperanza insurreccional o al menos para probar que es posible enfrentar a los ejércitos y las policías. Los anarquistas serios lo han hecho y en Génova lucieron unos artefactos protectores hechos con pedazos de llantas que permitieron ponerse casi al tu por tu con los uniformados criminales que no dudaron en atropellar y matar a un joven insurrecto, Carlo Giuliani. Ante esto es donde se toca fondo: el Che decía que para ser revolucionario no sólo es necesario estar dispuesto a morir sino a matar. Los ejércitos están adiestrados para ello en nombre de la patria, el orden, la paz y todo lo que gritan sintetizado en espeluznantes consignas cuando marchan en sus duros adiestramientos físicos. Del lado popular sólo las ganas de la digna rabia.
El Partido Liberal Mexicano de Ricardo Flores Magón trabajó asombrosamente desparramando clubes por todo México y organizando células en las minas, las fábricas textiles, los latifundios, las escuelas. Cuando atacaron simultáneamente Viesca, Las Vacas y Palomas en el norte y Acayucan en el sur, probaron su poder de fuego frente al ejército porfiriano invicto y propiciaron un salto cualitativo en la agitación y propaganda especialmente con el tenaz periódico Regeneración refugiado con los compañeros de Estados Unidos cuando la persecución arreció y obligó a romper fronteras en nombre del internacionalismo. Ni las costosas bajas ni los encarcelamientos impidieron apoyar su lección de lucha en un programa revolucionario para los trabajadores del campo y la ciudad. El anarquismo desconfiado del mutualismo pacifista y de los sindicatos negociadores con el Estado, abrió paso a la defensa de los derechos plenos de los trabajadores e influyó en el zapatismo con las consignas de tierra y libertad y la tierra es de quien la trabaja. El proyecto de la Comuna de Morelos tiene mucho de la libre asociación, de la producción autogestiva, de la autodefensa y la propia justicia enarbolados por los anarquistas que recuperaron el nombre de liberalismo para plantear una economía política laica revolucionaria.
Bien haríamos en ver y aprender de la película de AMV Autonomía Zapatista. Otro mundo es posible y de los libros con entrevistas a los acompañantes no incluidos en la película pese a su acción constante antes, durante 1994 y hasta ahora, para entender y si se puede asumir que la revolución exige radicalismo en el sentido de fortalecer la raíz social para sentar las bases de la producción de todos los bienes para quienes los trabajan directamente con un proyecto político sustentado en la libre participación y el derecho pleno a hacerse oír en la propuesta de acciones coordinadas contra el imperio mundial. De tener claro esto, dejaríamos de soñar en insurrecciones improbables. En todo caso, si se da una por ahí, tendría el apoyo necesario para no ser masacrada.

ROQUE DALTON

ROQUE DALTON

Alberto Híjar.
12/05/2010

Roque Dalton hubiera cumplido 75 años el 14 de mayo de no haber sido ejecutado por la dirección del Ejercito Revolucionario del Pueblo el 10 de mayo de 1975. Dicen que no tuvieron valor para sorrajarle un balazo sino que decidieron inyectarlo y sabedores de la monstruosidad que habían hecho, tiraron su cuerpo a algún basurero. Nunca se sabrá pese a que desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, sus hijos, Juan José en especial, exigieron investigar y hasta soñaron en que la casa de infancia de Roque en Santa Ana fuera museo que diera cuenta de su vida, sus libros de poemas, ensayos políticos, memorias, monografías de El Salvador, reportajes algunos tan largos como el dedicado a Miguel Mármol, el comunista fusilado en 1932 para salir de la pila de cadáveres y seguir viviendo hasta los cien años perseguido y acosado. Roque y sus fugas de la cárcel, Roque problemático para el PCS impreparado para proteger militantes revolucionarios de otra manera que enviarlo a Praga, Moscú y Argelia como representante y causar más problemas al sufrir una gran golpiza misteriosa en Praga. Roque y sus relaciones construidas en La Habana, Praga, México, Guatemala; Roque y sus compañeros poetas Otto René Castillo, Arqueles Morales, Julio Cortázar; Roque saliendo en hombros de prisión, Roque famélico y con la ropa desgarrada luego de cruzar el monte en guinda al escapar por el hoyo agrandado de un excusado o después de un temblor que derrumbó las paredes de la celda, Roque clandestino y sus poemas firmados por compañeras y compañeros caídos en combate, Roque guerrillero. En fin, significante principal de la guerra popular prolongada en El Salvador.
Nada de esto es grato para el gobierno de El Salvador. El presidente Mauricio Funes ha declarado que no pedirá la renuncia a Jorge Meléndez, excomandante Jonás hoy al frente de Protección Civil, quien participó en el crimen. Roque Dalton no pertenece a sus hijos dice el exlocutor Funes y calla el vicepresidente Sánchez Cerén beneficiado personal con la destrucción de las FPL luego del asesinato de la Comandante Ana María y el Comandante Marcial. Del FMLN no queda nada en ese gobierno calificado de izquierda por los deformistas, como llama Franklin Quesada a esa runfla de miserables.
Pese a todo y antes de la declaración de Jorge y Juan José Dalton en San Salvador rechazando todo homenaje oficial, exigiendo el encauzamiento de Jorge Meléndez y reclamando al gobierno de México la contratación del exdirigente Joaquín Villalobos del ERP como asesor de seguridad, un grupo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM asociado con la Galería Autónoma que procura mantener vivo el vestíbulo del histórico auditorio Che Guevara destruido por las autoridades, decidió recordar a Roque. Asumen la importancia del poeta y su poética, esto es, la convicción de que la lucha por el socialismo es por el derecho al placer pleno exigido de significar las cosas sin las rigideces autoritarias de los seres de acero deshumanizados por los rigores revolucionarios mal entendidos. La ironía y el sarcasmo no sólo son, por tanto, vías de ocultamiento burlón practicadas por los ingeniosos escritores de la burguesía, sino son un recurso para poner en su lugar a los miserables y a los cursis y de ejercer la autocrítica y la crítica sin concesiones. Si esto toca a los grandes, mejor para ellos, como cuando Roque cita al monumento del niño que hace pipi (Manneken pis) en Bruselas diciendo: “la historia me absolverá” o mejor, cuando recuerda a Teodoro Pettkov, el dirigente comunista boliviano que traicionó no sólo al Che, cuando decía que el trotskysmo es un preservativo contra las malas ideas en el Partido, con lo que Roque no está de acuerdo porque de qué sirve un preservativo en el asilo de ancianos. Roque, en fin, contra la literature y los poetas, todo lo cual alude el título de su último texto memorioso Pobrecito poeta que era yo.
Salió al paso de ¿Revolución en la revolución?, el alegato bien informado y mejor escrito por el joven althusseriano Régis Debray a favor del foco guerrillero, la insurrección y la repulsa a la vía sólo política degenerada. Con todo rigor histórico y dialéctico, Roque asumió la crítica a los críticos de la revolución en Nuestra América con la consigna crear dos, tres, muchos Vietnam. De aquí su decisión a incorporarse a la lucha armada para no darle más vueltas a la sentencia del Che: el deber de todo revolucionario es hacer la Revolución. Narra en sus libros su paso de la educación católica al Partido Comunista y dice poco del ERP por esa disciplina no siempre justa que caracteriza a las organizaciones clandestinas. Esta disciplina ha prescrito y nadie mejor que Juan José Dalton, combatiente de las Fuerzas Especiales de las FPL herido grave en combate capturado por el ejército, torturado hasta grabarle con una bayoneta las letras de su organización en la frente, para salir de la cárcel de Mariona ante el desconocimiento de su nombre legal y encabezar con Antonio Morales Carbonell una campaña internacional por la libertad, cuando su hermano Roque había ya desaparecido en combate. Todo esto da sentido a su revista electrónica Contrapoder
Una carta de solidaridad con la familia Dalton circula entre jóvenes universitarios decididos a conocer y transformar la historia de Nuestra América. La maestra Carmen Galindo, el investigador Alberto Torres graduado con una tesis sobre Roque, Miguel Ángel Aguilar y yo leyendo y comentando poemas, acompañamos el miércoles 12 en la Galería Autónoma de Ciudad Universitaria, la oferta de los libros de Roque recién editados por Ocean Sur: Un libro rojo para Lenin y los Poemas clandestinos. El primero es una colección de citas fundamentales de revolucionarios y de Lenin con comentarios poéticos críticos de Roque como contribución fundamental de transformación histórica.

Contra el Deformismo

CONTRA EL DEFORMISMO

Alberto Híjar.
19/04/2010

Franklin Quezada ha escrito un texto para ser leído en el homenaje a Salvador Cayetano Carpio, el legendario Comandante Marcial, enterrado en el Panteón de Santa Tecla luego de años de permanencia de los restos en instalaciones militares sandinistas. Gracias a la tenacidad de Tula Alvarenga, la queridísima Tía a quien Franklin rinde honores con la secretaria de Marcial, María Leticia Solano, fue autorizado su traslado a El Salvador con la condición de que se hiciera en secreto. Aún así, el rumor corrió y el funeral improvisado reunió a los inclaudicables. Ahí Franklin y su hermano Roberto cantaron la Milonga del Fusilado, canto de duelo de las Fuerzas Populares de Liberación con una frase de esperanza improbable: “el que murió peleando nace en cada compañero”. En los buenos tiempos, Yolocamba I Ta, cronista principal de la revolución salvadoreña, lo cantó para ganar solidaridad internacionalista y animar la militancia.
La familia Quezada es una entre miles de afectadas por la guerra contra la dictadura. El padre fue alcalde de Chalatenango y para castigar su colaboración con las FPL fue torturado y asesinado. Giovanni cayó en combate y de Nelson no se supo donde quedó. La hermana perdió a su esposo asesinado al salir de la Universidad y a duras penas han sobrevivido a eso que los sátrapas llaman efectos colaterales, secundarios. Por esto el indignado recuerdo de Marcial y las FPL, de sus consignas revolucionarias en especial de la coreada en las combativas marchas del Bloque Popular Revolucionario: el socialismo viene y nadie lo detiene.
Vana esperanza derrotada a raíz del suicidio de Marcial con la pistolita checa que logró esconder de la revisión de sus carceleros sandinistas en una casa de seguridad en Managua. Días antes de ese 12 de abril de 1983, la Comandante Ana María, Mélida Anaya Montes, había sido cruelmente asesinada por su propia escolta. Culminó así la disputa por la línea estratégica de guerra popular prolongada que exigía ya la construcción de un partido político revolucionario de nuevo tipo, distinto a los dispuestos a negociar inciertos principios para ganar seguros privilegios a los dirigentes. Opuesta a esta línea creció la del diálogo y negociación sustentada en un supuesto empate político-militar entre las fuerzas de la tiranía y las de la revolución. El FMLN tendría que ser el partido “pluralista amplio”, según dice Fermán Cienfuegos en un libelo editado en Managua por una sedicente editorial que expropia el nombre de Roque Dalton. Como si pudieran coexistir agua y aceite.
El proceso penal fue largo a la par de una campaña infame de calumnias que el Comandante Marcial sintetizó en su comunicado de despedida del “heroico pueblo de El Salvador, mi querida clase obrera y la gloriosa FPL Farabundo Martí”. Escribió: “no puede soportarse que hermanos revolucionarios sean engañados y acepten como si fueran ciertas la calumnia, el invento pérfido, la infamia contra un revolucionario probado mil veces en el combate popular”. Unos dos años después, la juez nicaragüense resolvió que Salvador Cayetano Carpio no tuvo que ver con el asesinato de Mélida Anaya Montes y que toda la culpa del crimen es de Rogelio Bazzaglia, Marcelo, responsable de la seguridad de las FPL a cargo de la escolta de la comandante, liberado con la amnistía para guardias somocistas y aláteres cuando los sandinistas perdieron la presidencia de Nicaragua.
El 1º de abril de 1983, las FPL celebraron su XIII aniversario y su comandante en jefe resumió la historia de su construcción para concluir las dificultades para formar las bases del partido con las organizaciones de masas y los combatientes más allá “de una dirección que esté dando órdenes y orientaciones sin recibir la riqueza de las masas”. Terminó con la ratificación de la línea estratégica aprobada por el Comando Central en 1981, ratificada en 1983 para acentuar el llamado a “la formación del Partido, el fortalecimiento de las FAPL, a conquistar las masas, a fortalecer realistamente la unidad” para darle pleno sentido a la consigna de Revolución o muerte el pueblo armado vencerá. Más, mucho más, de lo tolerable por los urgidos de cumplirle a las reuniones contrainsurgentes de Contadora y a los gobiernos apagafuegos como el de Salinas de Gortari que al fin logró en enero de 1992, la firma de los Acuerdos de Chapultepec de quienes renunciaron a la revolución a cambio de miserables privilegios personales.
Todo esto nos atañe a los mexicanos no sólo porque hubo decenas de combatientes internacionalistas que han callado salvo excepciones como las de Héctor A. Ibarra (Pensar la guerrilla en México, 2006) con sus memorias sobre las acciones en las que participó con el ERP luego desmantelado hasta el punto de que su comandante Joaquín Villalobos entregó su fusil a Salinas en un acto infame más de los Acuerdos de Chapultepec. Habría que encontrar al inclaudicable Kalin para saber lo que hizo la Brigada Clara Elizabeth Ramírez en rebeldía contra la dirección reformista y deformista de las FPL encabezadas por el actual vicepresidente de El Salvador. Es necesaria la memoria reflexiva y crítica para superar el deformismo, como llama Franklin Quezada a la tendencia dominante gracias al silencio decretado no escrito por los gobiernos contrarrevolucionarios. Bien lo vio el querido Tío, emulo de Ho Chi Minh a quien así llamaba también su querido pueblo en lucha. POR ESTO! dio a conocer la identidad de los Comandantes Marcial y Ana María y de las FPL-FAPL, su línea estratégica gpp que obliga a defender esa identidad en beneficio del rigor histórico.
Dice el Comandante Marcial en saludo al XIII aniversario de las FPL: “la burguesía mexicana nos puede contar su historia de la revolución del 11 al 20 en donde murió un millón de campesinos, su historia de cómo poder domar (perdónenme la palabra tan fuerte) domar a una clase obrera tan grande…no sólo la mexicana, son cientos de casos en los que no valió la sangre de los obreros y de los campesinos. Todavía no está definida la guerra, todavía no está definida la hegemonía de una clase y entonces que en este momento comencemos a darnos golpes de pecho, a decir que hicimos mal, que somos sectarios porque la alianza obrera-campesina…¿para qué vamos a estar hablando de eso?… ¿porqué nos aleja de otros aliados?… pues claro, puede talvez alejarnos durante un tiempo de otros aliados pero también al contrario puede ser el camino para conseguir a esos otros aliados”.
Hace 27 años, el Comandante Marcial a los 64 años de su vida revolucionaria, decidió suprimirse para probar la verdad histórica de la línea estratégica construida primero en la organización del gremio de panaderos y artesanos, en el trabajo sindical hasta llegar a la secretaría general del PCS para renunciar a ella y construir las FPL-FAPL y ganar el reconocimiento de figura principal político-militar del FMLN. Cuando lo sorprendió el crimen de la Comandante Ana María regresaba de su última gira internacional para no salir de El Salvador hasta la victoria final. En tiempos dominados por el deformismo es buena y necesaria la crítica histórica para reivindicar la validez plena de la identidad revolucionaria.